
"EL AREA SOCIAL REQUIERE DE MUCHA SENSIBILIDAD"
La titular del área de Acción Social, contó la tarea que desarrolla junto a su equipo de colaboradores, tanto en la zona urbana como rural, para acercar elementos y acciones necesarias que permitan mejorar la calidad de vida de los mercedeños.
¿Cómo está conformada el área de Acción Social?
Somos un equipo de trabajo de aproximadamente 15 personas que se desempeña en diferentes subáreas. Estamos a cargo de los Centros de Salud Municipales, planes sociales, etc. Para poder cumplir con las innumerables tareas que se realizan desde aquí, tenemos que organizarnos. Por ejemplo, cuando se hace pan casero nos dividimos en grupos para acompañar a las madres tanto en los barrios del casco urbano, como en la zona rural. También tenemos destinadas dos personas a la atención de los vecinos de San Agustín, que atienden en la Delegación municipal.
¿Qué tipo de asistencia brindan?
Trabajamos con los planes sociales como NutriVida, Pancitas, Focalizado B, Celíacos, Tarjetas Sociales, Pan Casero, Medicamentos, Bolsones Municipales, etc. Estos últimos, están destinados a quienes no reciben ningún beneficio. Gestionamos, también, pedidos de materiales de construcción para familias carentes de recursos, solicitudes de casillas, entre otras cosas.
¿Cómo evalúan si un pedido es real y qué tipo de ayuda necesita una familia determinada?
El primer paso es realizar un minucioso informe social, para así tener los datos necesarios que nos permitan evaluar cuáles son las necesidades de esa familia o persona. Esto lo aplicamos tanto en el caso de los planes sociales, como en los pedidos que la gente realiza. La idea es llegar a ellos con lo que realmente necesitan.
¿Cuál es la principal demanda de los vecinos?
En este punto es importante destacar, que hay dos épocas en el año bien diferenciadas. Por ejemplo, en temporada de tabaco la gente casi no se acerca al municipio para solicitar ayuda, porque tiene trabajo y con sus ingresos puede suplir algunas carencias que sí se manifiestan en períodos posteriores a la cosecha. Es precisamente allí, cuándo comienzan los fríos y crece la demanda de medicamentos, fundamentalmente. También de materiales de construcción. Mientras que la solicitud de mercadería se da todo el año. Gracias a Dios, en este sentido, con los bolsones municipales y las tarjetas sociales que gestionamos se van cubriendo las necesidades que surgen.
¿Qué la llevó a dedicar sus esfuerzos en un área tan difícil, como la social?
Con mi padre, trabajé desde muy chica y ambos tenemos una gran sensibilidad por lo que le pasa a la gente. Estar en un lugar desde donde uno puede brindar una solución es un privilegio, pero también una gran responsabilidad que requiere de mucho esfuerzo y dedicación, sobre todo sensibilidad.