PERSONALIDADES DESTACADAS: MARIA MERCEDES LOBODA



EL 17 DE OCTUBRE DE 1945 SE SELLO PARA SIEMPRE UN PACTO DE LEALTAD ENTRE DOÑA MECHA Y EL JUSTICIALISMO.

Uno de los hechos más importantes de la historia política argentina, el 17 de octubre de 1945, modificó para siempre la vida de doña María Mercedes Lobodá, “Mecha” como la llaman sus amigos, militante emblemática del peronismo en el Valle de Lerma.
Es que aquel día, la movilización de decenas de miles de trabajadores en todo el país que exigió y logró la liberación de Juan Domingo Perón, preso en una cárcel de la isla Martín García caló hondo en su alma de niña, al igual que en la mayoría de los argentinos. Esa jornada marcó el fin de una Argentina y el comienzo de otra.
Fue un hecho tan contundente, que aún hoy, y a pesar de las conquistas perdidas, del patrimonio entregado, de las infamias cometidas, ha quedado no sólo como recuerdo y evocación, sino como bandera para las luchas por la “Dignidad Nacional”.
“A partir de allí, me hice justicialista y llevo en lo profundo de mi corazón ese sentir que nos hace trabajar incansablemente por el bienestar de los sectores más desposeídos”, expresó María Mercedes.
Destacó, además, la fuerza, el tesón, la fidelidad y claridad de pensamiento de Eva Duarte, “Evita”, quien constituyó el espíritu de aquel cambio histórico que se produjo en el país.

ENTREVISTA

Usted es conocida como una emblemática militante del peronismo en la región. ¿Cómo abrazó las banderas del movimiento justicialista?
Hoy recién tengo 78 años – se sonríe- y soy peronista desde el 17 de octubre de 1945. Aquel día que liberaron al general Juan Domingo Perón, que estaba preso en la isla Martín García, me impactó mucho, sobre todo ver como Evita organizó toda esa manifestación de la clase trabajadora que cambió para siempre el destino del país. Desde esa histórica jornada me volví peronista de corazón.

¿En qué época comenzó a trabajar en la sede Abraham Rallé?
Y, calculo que hace 30 ó 35 años, desde que la sede abrió sus puertas y nunca más me fui de allí. Por aquellos años conocí a Juan Angel Pérez, compañero con el que compartimos años de lucha y de trabajo dentro del movimiento.

O sea que usted vio el crecimiento del Justicialismo en La Merced y la carrera política del intendente Juan Angel Pérez.
Claro. El comenzó a trabajar de jovencito en la sede, desde abajo hasta llegar a intendente y a ocupar importantes cargos a nivel provincial, como la presidencia del Foro de Intendentes en varias oportunidades, también fue ministro de Gobierno, etcétera. Pero lo más importante es que cambió La Merced para siempre. Convirtió a un pequeño pueblito que se extendía a la vera de la ruta 68 en una verdadera ciudad. Además, la sede Abraham Rallé fue fundamental en el crecimiento del peronismo en la localidad.
No nos olvidemos que años atrás el municipio era un bastión radical, que con mucho trabajo, dedicación, esfuerzo, eficiencia y honestidad de todos los militantes y funcionarios justicialistas se convirtió hoy en un emblema del peronismo en la provincia.

¿Cree que eso se valora?
La mayoría de los mercedeños valoramos esos importantes logros, pero quizás no en la medida que deberíamos hacerlo. Sólo basta escuchar lo que opinan de La Merced en otras partes para darnos cuenta.
Tanto en los municipios vecinos, como en toda la provincia admiran a nuestro pueblo y la gestión de Juan Angel Pérez. Eso me llena de orgullo. Es por eso que siempre afirmo a donde voy que tenemos un intendente de lujo.